Aquella alegrÃa que llena la vida de felicidad y que el mundo es incapaz de darnos. Cercana ya la noche santa de Navidad recemos asÃ: “Señor Jesús, haznos sensibles a tu presencia, ayúdanos a escucharte, a no ser sordos a Ti; ayúdanos a tener un corazón dispuesto a acogerte, porque no hay Navidad sin Ti, o mejor dicho: ¡Tú eres la Navidad!"
La Navidad: Fiesta de la Familia
Monseñor Eguren destaca también que: "En estos dÃas de Navidad y por más humilde que sea nuestro hogar, no faltará en él un pesebre. Que, a la luz de las imágenes de la Sagrada Familia de Nazaret, que representan el Nacimiento de nuestro Reconciliador, cada familia se redescubra y se vea como una institución querida por Dios dentro de su designio divino, llamada a ser una Ãntima comunión de vida y de amor conyugal, fundada sobre el matrimonio entre un varón y una mujer, que tiene como don más precioso a los hijos, y como misión su educación humana y cristiana".
La Navidad y la Defensa de la Vida por Nacer
Nuestro Pastor resalta además, la importancia de la defensa de toda vida humana: "La Navidad es también la fiesta de la vida. Por eso cada Niño por Nacer, nos trae siempre la alegrÃa de la Navidad. En toda vida humana, desde el momento de la concepción, ya existe una persona, y su existencia es sagrada e inviolable porque posee una dignidad y un valor incomparables al ser imagen y semejanza de Dios".
La Navidad y la Paz en el Perú
El Arzobispo de Piura y Tumbes nos anima en su Carta Pastoral a que pidamos al Niño Jesús, por la paz en el mundo entero, pero principalmente en nuestro querido Perú: "La paz es el gran don de la Navidad. Lamentablemente, en los últimos dÃas hemos sido testigos de nuevos hechos de violencia en el Perú, con la dolorosa consecuencia de pérdidas de invalorables e irremplazables vidas humanas. Asimismo, se han afectado gravemente los derechos fundamentales de las personas, y hemos sido testigos de actos de vandalismo con la consecuente destrucción de la propiedad pública y privada, asà como preocupantes amenazas a la libertad de prensa. Más que reclamos, éstos son actos subversivos que nos recuerdan los años del terrorismo demencial que vivimos en el Perú en décadas pasadas".
"Cercana la Nochebuena nos preguntamos: ¿Amanecerá por fin la paz en el Perú? La fe nos dice que la paz es posible en la medida en que acojamos al Señor Jesús que viene, y en la medida que acallemos el egoÃsmo, las injusticias, la ideologÃa totalitaria que acepta que el fin justifica los medios, sin importar si éstos traen atropellos, violencia y muerte. La paz es posible si todos respetamos nuestro orden constitucional vigente y el imperio de la ley. La paz es posible en la medida que vivamos en el respeto a las instituciones de derecho, y en la medida en que nos abramos a la verdad y juntos trabajemos por el bien común. Recemos para que nuestra frágil democracia prevalezca, y venza al caos, la violencia y a cualquier forma de totalitarismo que quiera imponerse en el Perú que busca destruir nuestra libertad, nuestros derechos e independencia. El cristianismo comprende y reconoce la noble lucha por la justicia a todos los niveles, pero condena buscar soluciones por caminos de odio y de muerte. Pidamos hoy al Niño Jesús, el PrÃncipe de la Paz, que en el Perú se destierre toda forma de violencia. Nuestro paÃs, necesita urgentemente de la Paz de Cristo, y ésta sólo puede encontrarse donde haya hombres dispuestos a apartarse del pecado".
Finalmente, Monseñor Eguren nos dice: "Que Santa MarÃa y San José, nos ayuden en Navidad a vivir el misterio de Dios que nace, y sobre todo, nos eduquen en la adoración y en la acogida por la fe del Niño Jesús. A todos les deseo una muy Santa y Feliz Navidad, y un Año Nuevo lleno de paz, prosperidad y libertad".