oralmente sin tu deseo, sin tu consentimiento explícito, es considerado “no violencia”, “no violación” por algunos. Uno de los jueces llegó incluso a pedir la absolución para los 5 criminales; este juez le dice a la víctima, tras visionar los vídeos que los criminales grabaron de la violación: “En cualquier caso, daño, dolor durante ese episodio ha quedado claro que no sintió usted”(1).
La aberrante sentencia contra “La
Manada”, no es, lamentablemente, una injusticia aislada: varias sentencias nos
alertan sobre la banalización del terror machista, barbarie que nos vulnera a
todas las mujeres. Dos ejemplos, de miles, alumbran un panorama de relativa
impunidad y tolerancia para la Violencia machista:
1. Viola y asesina a Nagore, pide ayuda
a un amigo para desaparecer el cadáver: cumple 8 años de condena por
“homicidio”, y ya está libre, ejerciendo como siquiatra, es de familia
adinerada. El problema es el carácter machista y clasista de numerosas
sentencias.
2. Violan entre 5, lo graban, se jactan
en chats, hablan de llevar burundanga para las violaciones; los condenan solo
por “abuso”, 9 añitos: dos de ellos son miembros de “las fuerzas del orden”. El
problema es el carácter machista y clasista de numerosas sentencias (en este
caso, si bien los criminales no son de familias adineradas, dos de ellos