El sistema productivo de los medios de comunicación
precisa que la mayoría de las informaciones que se elaboran estén previstas con
anticipación. Es la única manera de adecuar los recursos humanos y tecnológicos
a las necesidades productivas del medio. Esa planificación, que es una rutina
productiva a la par que un elemento decisorio para elegir una información
–previsibilidad, estar en la agenda-, choca con la idea un tanto mítica, por
romántica, del periodista tras la novedad de última hora.
Como todas las rutinas de producción, es común a
los medios convencionales de todo el mundo. Ahora bien, esa previsibilidad es
ahora menor, no en el número de noticias que se rigen por esta ley, sino en el
tiempo que se ha de prever para que esas noticias puedan planificarse por los
medios, y esto se debe a los avances tecnológicos. Pero claro, esas facilidades
tecnológicas ni pueden eludir la necesaria planificación de los recursos
humanos ni el mayor tiempo que se ha de dedicar a elaborar ciertas
informaciones, por su dificultad discursiva o porque se enmarcan en géneros
periodísticos más complejos.
El día de…
El periodismo sobre salud, como es lógico, no
escapa de la previsibilidad, con las ventajas y los inconvenientes que esta
comporta. Si les parece, detengámonos unos instantes en algunas de esas
ventajas y dediquemos un poco más de espacio a los posibles inconvenientes, de
los que se suele hablar menos. Para lo cual enmarcaremos esa previsión en una
práctica usual de esta especialidad periodística: el día de…, del
asma, del paciente, del cáncer, de los enfermeros, etc, del sida (1 de
diciembre).
El día de… es un recordatorio, cuya