
Tras
una reunión de cinco horas en parte de la cual participó el presidente peruano,
Pedro Pablo Kuczynski, el cónclave de gobiernos hostiles a la administración de
Caracas avaló la decisión del gobierno de Perú, de marginar a Maduro de la
citada reunión, a realizarse aquí el 13 y el 14 de abril próximo.
La canciller peruana, Cayetana
Aljovín, anunció que la presencia de Maduro en la cita ‘ya no será bienvenida’,
pese a que el gobierno de Perú lo había invitado, cumpliendo su deber de país
anfitrión y el mandatario bolivariano había aceptado la invitación.
Invocó para ello la declaración de la
Cumbre de las Américas de Quebec, Canadá, de 2001, que declara que la
alteración de lo que llamó orden democrático en un país, es ‘un obstáculo
insuperable’ para su participación en reuniones de ese tipo.