Es bueno recordar que este evento constituye la continuación de otros, ocurridos a partir de 1994, cuando -en Miami- se produjo por primera vez, bajo la férula del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Cuando ella ocurrió, el escenario continental era otro.
Básicamente estaba bajo el dominio de las fuerzas tradicionales de Poder que al
compás de Washington regían, lo que llamara el poeta, “una sociedad sin
esperanza”.